domingo, 29 de septiembre de 2013

Nacido para ser porteado








Un poquito de historia, hace unos 6,5 millones de años, la familia de los grandes monos, los hominidos, dan nacimiento a la línea de homínidos que reagrupan hoy en día a los gorilas, los chimpancés, los bonobos, etc. y los humanos.

Sin embargo el homo sapiens sapiens (humano moderno) contrariamente a sus primos, además de la inteligencia, tienen una facultad que les da ventajas. El bipedismo. Los homínidos están clasificados entre los primates porteadores activos, es decir que la criatura se trepa a la madre que lo transporta.

Al inicio, todos los homínidos era cuadrúpedos hasta la aparición del Australopitecus Afarensis hace 4 millones de años, como Lucy el famoso esqueleto que fué encontrado en Etiopía. Esta especie fué la primera de los homínidos en caminar parados. El caminar en dos pies, permitía una economía de energía calórica remarcable, probablemente se volvió necesaria por las largas distancias recorridas para encontrar comida.

Lucy

A pesar que este cambio caracteriza una de las más importantes etapas en la evolución del homo sapiens y que posiblemente haya jugado un gran rol en la evolución de nuestra inteligencia, la naturaleza debió repensar el esqueleto,   recalcular el ángulo del fémur, la forma y el grosor de la pelvis, modificar la estructura de la pelvis, modificar la estructura de los pies, etc. Ya en esta época los habitos de portaje fueron modificados; pues el bebé ya tiene dificultad de treparse en la madre, sus pies no son tan ágiles como sus manos lo fueron anteriormente, pero es imposible dejar a un pequeño solo porque los peligros abundan por ello la madre debe transportarlo. Esto podría haber influenciado nuestros comportamientos sociales, porque debimos adaptarnos al hecho que la madre, que ya no tenia las manos libres, dependía más de los otros miembros de la familia para encontrar comida y protección, además, poco a poco, el cerebro y el cráneo que suceden al Australopitecus Afarensis, pasando por el Homo habilis a Homo Erectus, luego a Homo Neandertalensis, hasta el Homo Sapiens comienzan a crecer, de 350 cm3 a 1400cm3.


Hoy en día ya se tiene claro que para que el bebé termine de desarrollarse debe darse la exterogestación,  para lo cuál es imprescindible la lactancia y el porteo de la criatura pegado al cuerpo materno, para asegurar su buen desarrollo; además ya  está probado que el contacto estrecho con el adulto favoriza las conexiones neurobiológicas en el recién nacido. Recomendamos en este punto, imprescindible ver el documental Restaurando el Paradigma Original de Nils Bergman. (1)

Por lo tanto en el curso de su evolución nuestros ancestros, utilizaron sus conocimientos para confeccionar porta bebés en toda naturalidad y desarrollaron técnicas de portaje adaptados a la fisiología y el comportamiento de su pequeña criatura.

Nacimos para ser abrazados, para ser acurrucados, para ser porteados, nacimos para desarrollarnos en seguridad, en confortabilidad, del calor interior dentro del vientre materno al calor exterior en brazos y en el cuerpo materno.

Comparto con ustedes este documental corto realizado por Didier Sallustro que he traducido, donde nos explica, como nuestra configuración osea desde el vientre materno mismo, está predispuesto para el agarre y por lo tanto para el portaje, por ello NACIMOS PARA SER PORTEADOS.

Marisol Paredes




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Notas:

(1) Documental de Nils Bergman Restaurando el Paradigma Original

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